lunes, 8 de octubre de 2007

Pep-Boys (viernes 28 de septiembre)

Salgo de la estación de trenes. Paro a comprar algo de comida en un establecimiento de comida rápida sin quitar la llave. Echo gasolina sin quitar la llave. Llego hasta Chicago. Paro en mi apartamento para coger el ticket de la batería sin quitar la llave. Voy hasta el Pep-Boys. Allí me dicen que primero tienen que hacer el ánalisis, que durará una hora, por 20$. Digo que de acuerdo, qué le voy a hacer. Aprovecho para comprar una antena de cuerno para la televisión que no he enchufado desde que la compré. Vuelvo, tardan un poco más, a la hora y veinte me dicen que es el alternador y la cinta de éste. 300$. Que en otra hora estará.

Me llama una de mis compañeras de Canarias para interesarse por mí (me había llamado ya otra vez mientras intentaba cargar la batería del coche en Waukegan). Me dice que van a ver a las 8 una película de Hitchcock en la filmoteca de Evanston. Le comento que a saber dónde estaré yo a esa hora. Aprovecho para comprar algo en el Stack&Van Til. Vuelvo. A las dos horas aún no han acabado. Me dicen que tienen algunos problemas con la cinta.

Veo anochecer de nuevo en un polígono en Chicago. Uno de los mecánicos se me acerca. Es de Puerto Rico. Grande, con la cabeza rapada. Me cuenta que toca en un grupo: reggaeton y esas cosas. Que intenta no meterse en problemas. Las gangas. Que en el sur de Chicago mueren dos o tres personas cada semana. Me cuenta cómo la semana pasada discutió con un policía al salir de una fiesta. Que le acusó de ser gangero por llevar tatuajes. Que le animó a pelearse, pero que él no era tonto. Que cuando se fue no estaban las llaves de su coche. Que le ha costado 200$ la nueva llave.

Se hace de noche. Llevo más de cuatro horas en este polígono. No consigo evitar que,a ratos, se me nublen levemente los ojos. Que piense en lo de siempre. Que me sienta solo en este país de autopistas, en esta ciudad de polígonos, con este coche que no funciona. No puedo evitar acordarme de lo de siempre. Salgo del taller a las 9. Me han hecho un descuento del 5% por la espera.

Voy a mi apartamento. Aparco. Me acuesto.

Por mucho que me empeño en vencer este país, al destino y los recuerdos, no está siendo fácil, no.

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