miércoles, 24 de junio de 2009

San Juan Ethylparaben (martes 23 de junio, madrugada del miércoles)

   Es hoy. Anuncios de implantes de pelo. Un serum de Clinique. El verano. Como una columna de Elvira Lindo. Mi perro camina lentamente hasta la Subdelegación de Gobierno con la lengua hasta el suelo. Aloe Barbadensis. Anuncios de peluquerías caninas. Aunque algo más joven. Un fluido hidratante para pieles grasas. Con más control de sus esfínteres. Decenas de fotocopias compulsadas. Igual de sabio. El verano parece estar aquí. Futbolistas musculosos, macarras y millonarios que no pagan impuestos. Unas plazas de profesor en secciones bilingües en Europa del Este y China. El deseo. La noche de San Juan. Hace un año. Dos. Tres años. Cuando con 18 años dejé que una mujer metiera las manos en los bolsillos de mi jersey. Una canción triste sugerida, regalada, encontrada hace meses en una película triste en Hong Kong. Alcohol Denat. Sin Aqua. Sin viento, sin fuego, sin tierra. Serenoa Serrulata (Saw Palmetto) fruit extract. Sin la luna. Desafortunadamente la producción de toda la línea de productos capilares de Clinique ha sido detenida y todas sus existencias agotadas. Un atentado terrorista. Sin estrellas. Betaine. Toda la cafeína del mundo. Mi fertilidad estéril. El Mundo Today. Methylparaben. Toda la paroxetina del mundo. Muestras gratuitas de 7 ml de Shiseido. Toda la mirtazapina, todo el minoxidil, todo el idalprem del mundo. Su débil dulzor bajo la lengua. Y todo el pasado. Creatine. Es hoy. Galletas de avena. El verano. El verano parece estar ya aquí. Es la noche de San Juan. Desde la ventana. Cerezas. Sin agua, sin viento, sin fuego, sin tierra. Menthol.Dormido. Rosmarinus Officinalis (Rosemary) leaf extract. Encapsulado. Centella Asiatica (Hydrocotyl) extract. Imaginado. Acetyl Clucosamine. Deseado. Polysorbate 60. Deseando. Parfum. Artificial. Propylparaben. A la Espera. San Juan Ethylparaben.



(Foto obtenida de http://arteixou.blogspot.com/)

miércoles, 10 de junio de 2009

La Luna, L’oréal, el verano y Richard Nixon (miércoles 10 de junio, madrugada del jueves)

nixon

                                       The world on your shoulders
                                       The love of your mother
                                       The fear of the future
                                       The best years behind you

  

   La tierra parece estar de mi parte, y el verano que nunca terminó parece no querer comenzar nunca.

  

   Hace tres días la luna lucía naranja en el cielo, después se ocultó tras las nubes. Hace dos años la luna naranja se ocultó tras las nubes.

                                        

                                         The world is getting older
                                        The times they fall behind you
                                        The need it still grows stronger
                                        The best years never found you

 

   Mi psicoanalista dice que cuando se consigue la transferencia la persona se conecta con el yo, con el “self”. Se interioriza así mismo. Es él más allá de los objetos.

  

   Los suplementos dominicales reproducen, uno tras otro, reportajes sobre el centenario de L’oréal. Es imposible no comprar antes o después un producto de L’oréal. Están en todas las perfumerías, todos los supermercados, todas las farmacias. Los mismos productos con nombres y envases distintos. Productos que nacieron de un tinte de pelo. Productos que se experimentan en los ojos de los conejos

 

                    The love of RichardNixon, death without assasination
                    The love of Richard Nixon, yeah they all betrayed you
                    The love of Richard Nixon, death without assasination
                                       Yeah they all betrayed you
                                       Yeah and your country too

                    Love build around sandy beaches
                    Lover rains down like Vietnam’s leeches
                   Richard the third in the White House
                   Cowering behind divided curtains

        

   Entro en una tienda Marionnaud, en Bodybell, en Sephora. Hay decenas de productos. Los mismos productos con nombres y envases distintos. Protectores solares para el verano. Productos L’oréal con diferentes envases y nombres. Productos que nacieron hace un siglo de un tinte de pelo.

 

   Y sin embargo, hace años caminaba entre estanterías pensando en formas, texturas y pieles. Hace años pensaba en el futuro, hace años pensaba en el verano.

 

                                       The world is getting older
                                       The times they fall behind you
                                       The need it still grows stronger
                                       The best years never found you

   Ahora camino entre las estanterías distante y extraño, observo desde una incómoda lejanía la versión que hace el photoshop de la belleza.

 

                    Ah, the love of richard nixon, death without assasination
                    The love of Richard Nixon, yeah they all betrayed you
                   The love of Richard Nixon, death without assasination
                                       Yeah they all betrayed you
                                       Yeah and your country too
  

 

   Una persona me envía el vídeo de la melancólica canción de una atractiva cantante norteamericana que tenía un pequeño papel en My Blueberry Nights. Una atractiva cantante que vendió su imagen a Chanel y Levi’s.

 

   En la oficina de empleo una funcionaria despistada me indica que si hubiera consumido mi paro después de 2007 o cotizado un mínimo de 3 meses entre 2007 y 2008 en España en vez de en Estados Unidos tendría derecho a una ayuda.

 

   Regreso del psicoanalista con los auriculares del ipod en mis oídos. Compro galletas de avena y cerezas. Recibo el vídeo de una atractiva cantante norteamericana que tenía un pequeño papel en My Blueberry Nights. Argos me espera ladrando a la puerta de la oficina de empleo. Camino entre estanterías repletas de cremas hidratantes, de protectores solares. La derecha y la extrema derecha vencen en Europa.

 

                    The love of Richard Nixon, death without assasination
                   The love of Richard Nixon, yeah they all betrayed you 
                   People forget China and your war on cancer
                                       Yeah they all betrayed you
                                       Yeah and your country too

 

   Y no sé por qué, pero en esta noche de conejos insomnes, en esta noche en la que la luna se oculta tras las nubes, desde hace tres días, esta mañana, en este verano que nunca terminó y parece no querer comenzar nunca, no puedo evitar sentirme estúpida, contradictoria, dolorosamente identificado con Richard Nixon.

 

                    In all the decisions I have made in my public life,
                    I have always tried to do what was best for the nation.
                                       I have never been a quitter.


sábado, 6 de junio de 2009

Breve discurso (sobre la UE) con perro ( sábado 6 de junio)


  
   Argos gime, ladra suavemente, contrae sus músculos y mueve las patas y la cabeza mientras duerme hecho un ovillo sobre la alfombra.
 
   Yo, dejo de leer el periódico y lo observo desde la cama. Lo acaricio sin que se de cuenta.
 
   Qué puede soñar un perro, quién estará en sus sueños.
 
 
    Seguramente los sueños de un perro no serán tan distintos a los de un ser humano.
 
   Desde la ventana de mi habitación veo llover sobre la ciudad. Las copas de los árboles, los tejados de los edificios, la torre de la catedral en la distancia.
 
   En otro tiempo, hace años, hoy sería un día diferente. Habría vivido con más interés y pasión la campaña electoral. Habría debatido, ido a algunos mítines. Habría intentado convencer a algunas personas de la importancia del voto y a mi padre para que no votara.
 
   Hoy es hoy, y es también un día diferente. He seguido la campaña por internet y los periódicos, pero no he sentido pasión, no he ido a mítines, no he debatido.
 
   La campaña, los partidos, sus personas, tampoco lo han facilitado, o me lo han hecho todo más fácil.
 
   Y sin embargo, ahora que dudo aún más de todo, ahora que mi mente está un poco más confusa, sin empleo, sin dinero, desconectado de las cosas y las personas, ahora que mis sueños se parecen, seguramente, a los sueños de mi perro, sigo pensando, intento seguir pensado que algunas cosas tienen sentido, que hay personas y personas, que algunas personas merecen la pena, que algunas ideas pueden cambiar las cosas.
 
   Y aunque el mundo es caótico, complejo e imperfecto, los seres humanos humanos seres humanos, la verdad ambigua y escasa…
 
   Y aunque veo cobardía disfrazada de prudencia en la gestión de la economía, cierta inercia ante el futuro… Ahora, cuando los hechos se empeñan en gritar lo absurdo del sistema, cuando resultaría más sencillo explicar algunos conceptos (la importancia del Estado, la falsedad del capitalismo), cuando ya no hay espacio para más pisos, más coches, más productos… ´
 
   Sí, ahora, pese a todo ello, por todo ello, sigo creyendo, sigo intentando creer en la izquierda…
 
   Mañana no iré a votar. Lo hice ya, hace una semana, por correo. Mi estancia caótica en Barcelona cambio también mi empadronamiento. Aunque en unas elecciones europeas eso no importa.
 
   Y hoy, este sábado 6 de junio, este día que es este día, tan diferente, escribo esta entrada. Intentando creer, intentando tener esperanza. Defendiendo un modelo lejano pero posible de sociedad, de mundo,de Unión Europea.
 
   Mientras veo llover sobre la ciudad desde la ventana. Las copas de los árboles, los tejados de los edificios, nubes blancas y grises, un arcoíris, la torre de la catedral en la distancia.
 
   Intento soñar, humildemente, como sueña mi perro.

viernes, 5 de junio de 2009

Precuelas, versiones y secuelas de un día gris (jueves 5 de junio, madrugada del viernes)

   Hoy ha hecho un nublado, húmedo y caluroso día de bochorno en Valladolid.

   El inspector del Distrito 5 de la policía municipal se disculpa por el calor y porque no haya aire acondicionado en su despacho. El inspector del distrito 5  es un hombre bajito y formal, que me escucha educadamente y me remite al día del juicio y la decisión del juez, antes de acompañarme personalmente hasta la calle. Posiblemente, y aunque no me solucione nada, sea buena persona. Por unos instantes pienso en qué hacer.

   El cielo gris roza las ramas de los árboles que llegan hasta el suelo verde sobre el que destacan la lengua rosa de Argos,  sus viejos y desgatados dientes amarillentos, su pelo blanco y negro.

   El cielo gris se proyecta sobre el tanatorio y sobre la gente que habla a la entrada y sobre mí mismo mientras voy en bicicleta a los cines UGC de Zaratán. Por el arcén camina el mismo perro abandonado, marrón y negro, de la semana pasada. Por unos instantes me quedo mirándolo, pienso en qué hacer, dudo en detenerme y sigo pedaleando en dirección a los cines UGC de Zaratán.

   Supongo que siguen siendo grises las nubes que me observan mientras compro un bono de 5 entradas que pretendo que me rinda el doble.

   Veo una precuela de una saga galáctica a la que nunca he encontrado sentido y que era absurda y naif y un tanto ridícula hace ya décadas. En las sala hay tres hombres solitarios. Somos cuatro. Antes, un tráiler de la secuela de una película basada en unos robots de juguete.

    Cuando acaba voy al servicio, compro palomitas y agua y entro despreocupadamente en la sala donde proyectarán lo que parece una relamida biografía de la reina Victoria. Estoy solo en la sala. Diez minutos después de la supuesta hora del comienzo las luces en la sala siguen encendidas y la música no se detiene en sus altavoces. Pienso que en el programa informático no figurará ninguna entrada vendida y que es posible que no la proyecten e incluso que alguien se sorprenda de verme allí sentado. Salgo de la misma manera despreocupada que entré y me meto en una sala donde proyectan la versión norteamericana de una película coreana de terror. En la enorme sala hay tres parejas que no dejarán de hablar durante toda la película. A la salida habrán colgado unos carteles de una precuela de una saga sobre humanos y robots.

   Regreso a casa en una nublada, húmeda y calurosa noche de bochorno.

   Supongo que todos los policías municipales y todos los jueces y todos los perros abandonados y todos los muertos en los tanatorios y todos los productores de precuelas y todas las parejas que hablan y todos los directores de versiones y todos los internautas que navegan y preguntan y todas los hombres solitarios y  todos los guionistas de secuelas dormirán también bajo un cielo gris.