sábado, 6 de octubre de 2007

Dos polacos en Lincoln Park (Sábado 22 de septiembre)

Al poco de llegar a casa de rebajar las expectativas y acabar con una de las luces traseras de mi coche, me llama mi compañero catalán para decirme que él y su compañera de piso vienen a Chicago a tomar algo por Licoln Park. Quedamos en la esquina de Fullerton con Clark y, desde allí, intentamos buscar un sitio para aparcar.

La zona parece que tiene cierto ambiente, se ven bares y restaurantes, gente joven, cerca está De Paul University. Después de un rato encontramos un lugar en el que creemos que está permitido aparcar. Mi compañero quiere ir a una zona que dice haber visto antes, pero no sabemos si está lejos caminando desde aquí. Preguntamos a una pareja de hombres, calvo y grande uno, bajito el otro. El calvo nos dice que está un poco lejos andando, que si queremos nos llevan en coche. Como insisten un poco y parecen amables, dejamos que nos lleven. Nos montan en un Pontiac deportivo. Son una pareja curiosa. Descienden de polacos. El bajito nos dice que "Victorial Abril" es la mujer de sus sueños. Nos habla de Plácido Domingo, de películas de Almodovar, de si van a rodar una sobre Hernán Cortés... Nos pregunta por los últimos trabajos de "Assumpta Serna". Su amigo parece ser del tipo deportes. Son una pareja singular. Cuando llegamos nos señalan varios restaurantes donde podemos cenar bien, aunque admiten que son un poco caros. El hombre grande nos recomienda no hacer mucho caso si se nos acerca algún negro ¡¡!!

Ya en la zona picamos algo en una terraza al aire libre en un sitio muy normalito. Caminamos por las calles. La compañera de piso del chico catalán, a la que vino a ver su novio la semana pasada, me pregunta si soy de los solteros o de los que echan de menos a su pareja. Le contesto que, por desgracia, estoy en los dos grupos, Hablamos. Ella se queja de que esto no era lo que nos habían contado, de que habiéndolo sabido a lo mejor no hubiera venido... Y tiene algo de razón, pero le señalo la suerte que tiene. En sus distrito le pagan 800$ dólares más que a mí. Ha venido su novio, profesor de psicología de la Universidad de Jaén, y han estado unos días en Nueva York, va a pasar unos días a Boston por "Thanks Giving", cuando regrese tendrá la casa que estaban amueblando su novio y ella en el centro de Jaén.

En fin...

Caminamos un rato más. Volvemos andando hasta mi coche. Les dejo junto al suyo en el Loop. Regreso a mi apartamento conduciendo por las calles desiertas, entre los rascacielos de Chicago.

Great Expectations (Sábado 22 de septiembre)

Hace unos días, cuando iba aún de noche a la parada del tren, vi un cartel sobre solter@s en la zona con una dirección de internet. Como aquí es algo que, por esta bendita sociedad, sus horarios, sus hábitos, tiene cierto uso, un día me metí en la página y les di mi número de teléfono, mi correo-e y los datos típicos... A los pocos días me llamaron, pero no pude hablar y lo hicieron alguna vez más, sin que pusiera yo mucho interés.

Finalmente, el viernes, mientras comía en el restaurante "La Ponderosa", en Waukegan, me llama una simpática señora preguntándome por mi vida, quién soy, lo que busco... Me pilla de buen humor y charlamos un poco La empresa/agencia se llama "Great Expectations"... Me concierta una cita al día siguiente a las 2 de la tarde con una "consultant" en el centro de Chicago. Me digo que vamos a pasarnos y, al menos, conocer un poco más de esta sociedad.

Me levanto no muy temprano, y antes de ir a "mi cita", me paso por el banco para ingresar mi primer cheque quincenal de 1241$. Después de que mi compañera catalana luchara por ello, conseguimos que nos pagaran también a las tres personas que, quién sabe por qué, aún no tenemos número de la seguridad social. Parece que sus excusas sobre que no es legal pagarnos sin el número bendito no se sostenían muy bien cuando estábamos trabajando, eso sí, de manera ilegal sin el mismo bendito número.

La empresa/agencia, está en North Michigan, en el centro de Chicago, en la que compruebo que es la zona comercial, de oficinas, restaurantes y comercios de "Ermenegildo", "Ralph"... incluso llego a ver un "Mango". Para mi cita puedo aparcar de manera gratuita en un aparcamiento que asciende de manera circular (si no serían 20$ la hora), a modo de escalera de caracol, en un gran edificio... Aparco y voy al rascacielos que está junto a éste, donde me presento a mi cita más de media hora tarde, después de haberme perdido por la calle "Michigan". Un portero negro apunta mis datos y me acompaña al ascensor.

En la oficina relleno una ficha y se la entrego a una secretaria de considerable sobrepeso. También he tenido que traer mi pasaporte y mi tarjeta débito para que comprueben que soy quien digo ser. A los pocos minutos me recibe "Loraine", una atractiva mujer rubia de no más de cuareintapico años (supongo). Es agradable y, no sé exactamente por qué, al poco me encuentro contándole mi vida, mi pasado, lo que deseo, y lo que ha sido mi última, única relación. Según ella, mi perfil encaja de maravilla en la agencia. Dice que me va a dejar con un vídeo y que me va a traer varios perfiles que, por lo indicado, se pueden ajustar al mío, que los mire sin prisas y seleccione aquellos que me puedan interesar... Me trae "los perfiles", sale de la habitación, los miro... casi todas son, como en el "Chicago Reader", "easy going" y "down to the earth", lo que estaría bien, para variar... En cualquier caso, me temo que esta mujer no sospecha que no es tan simple, que no soy tan simple, y menos en estos momentos... Cuando vuelve, parece extrañada de que no haya seleccionado ninguno. Pese a todo me dice que ha cogido varios de manera rápida, que tiene 2000 personas suscritas sólo en Illinois...

... y entonces viene lo divertido. Me dice que no es "unexpensive".... El sistema.... Internet, claro. Te hacen unas "fotos profesionales".Y algunas actividades para conocer gente. Y, bueno, como oferta promocional, 225$ al comienzo y 50$ al mes durante dos años... Le comento que me parece bien, que me lo pienso y eso... Me dice que esa oferta es sólo si digo que sí ya. Que si no son 1000$ y 100$ al mes... Le comento que algo sé de técnicas comerciales, pero que yo soy de pensarme más las cosas... Y que, como ella misma ha dicho que es la inversión más importante de nuestras vidas, una inversión para poder ser felices, pues que precisamente por eso no hay que precipitarse... aunque sigue siendo agradable, parece que sabe que conmigo no va a hacer "una venta"... Nos despedimos educadamente...

Intento aprovechar que tengo aparcamiento gratis para andar por la zona. Me pongo un poco triste viendo las tiendas. Compruebo que los H&M son iguales en todo el mundo.

Como hacía varios días que no me pasaba nada con el coche, al salir del aparcamiento con cuidado de no rozar los coches del al lado, doy para atrás sin mirar y me dejo una luz de freno contra el parachoques trasero reforzado en metal de un puñetero todoterreno americano.

Me cuesta cada vez un poco más tener "Great Expectations".