sábado, 6 de octubre de 2007

Great Expectations (Sábado 22 de septiembre)

Hace unos días, cuando iba aún de noche a la parada del tren, vi un cartel sobre solter@s en la zona con una dirección de internet. Como aquí es algo que, por esta bendita sociedad, sus horarios, sus hábitos, tiene cierto uso, un día me metí en la página y les di mi número de teléfono, mi correo-e y los datos típicos... A los pocos días me llamaron, pero no pude hablar y lo hicieron alguna vez más, sin que pusiera yo mucho interés.

Finalmente, el viernes, mientras comía en el restaurante "La Ponderosa", en Waukegan, me llama una simpática señora preguntándome por mi vida, quién soy, lo que busco... Me pilla de buen humor y charlamos un poco La empresa/agencia se llama "Great Expectations"... Me concierta una cita al día siguiente a las 2 de la tarde con una "consultant" en el centro de Chicago. Me digo que vamos a pasarnos y, al menos, conocer un poco más de esta sociedad.

Me levanto no muy temprano, y antes de ir a "mi cita", me paso por el banco para ingresar mi primer cheque quincenal de 1241$. Después de que mi compañera catalana luchara por ello, conseguimos que nos pagaran también a las tres personas que, quién sabe por qué, aún no tenemos número de la seguridad social. Parece que sus excusas sobre que no es legal pagarnos sin el número bendito no se sostenían muy bien cuando estábamos trabajando, eso sí, de manera ilegal sin el mismo bendito número.

La empresa/agencia, está en North Michigan, en el centro de Chicago, en la que compruebo que es la zona comercial, de oficinas, restaurantes y comercios de "Ermenegildo", "Ralph"... incluso llego a ver un "Mango". Para mi cita puedo aparcar de manera gratuita en un aparcamiento que asciende de manera circular (si no serían 20$ la hora), a modo de escalera de caracol, en un gran edificio... Aparco y voy al rascacielos que está junto a éste, donde me presento a mi cita más de media hora tarde, después de haberme perdido por la calle "Michigan". Un portero negro apunta mis datos y me acompaña al ascensor.

En la oficina relleno una ficha y se la entrego a una secretaria de considerable sobrepeso. También he tenido que traer mi pasaporte y mi tarjeta débito para que comprueben que soy quien digo ser. A los pocos minutos me recibe "Loraine", una atractiva mujer rubia de no más de cuareintapico años (supongo). Es agradable y, no sé exactamente por qué, al poco me encuentro contándole mi vida, mi pasado, lo que deseo, y lo que ha sido mi última, única relación. Según ella, mi perfil encaja de maravilla en la agencia. Dice que me va a dejar con un vídeo y que me va a traer varios perfiles que, por lo indicado, se pueden ajustar al mío, que los mire sin prisas y seleccione aquellos que me puedan interesar... Me trae "los perfiles", sale de la habitación, los miro... casi todas son, como en el "Chicago Reader", "easy going" y "down to the earth", lo que estaría bien, para variar... En cualquier caso, me temo que esta mujer no sospecha que no es tan simple, que no soy tan simple, y menos en estos momentos... Cuando vuelve, parece extrañada de que no haya seleccionado ninguno. Pese a todo me dice que ha cogido varios de manera rápida, que tiene 2000 personas suscritas sólo en Illinois...

... y entonces viene lo divertido. Me dice que no es "unexpensive".... El sistema.... Internet, claro. Te hacen unas "fotos profesionales".Y algunas actividades para conocer gente. Y, bueno, como oferta promocional, 225$ al comienzo y 50$ al mes durante dos años... Le comento que me parece bien, que me lo pienso y eso... Me dice que esa oferta es sólo si digo que sí ya. Que si no son 1000$ y 100$ al mes... Le comento que algo sé de técnicas comerciales, pero que yo soy de pensarme más las cosas... Y que, como ella misma ha dicho que es la inversión más importante de nuestras vidas, una inversión para poder ser felices, pues que precisamente por eso no hay que precipitarse... aunque sigue siendo agradable, parece que sabe que conmigo no va a hacer "una venta"... Nos despedimos educadamente...

Intento aprovechar que tengo aparcamiento gratis para andar por la zona. Me pongo un poco triste viendo las tiendas. Compruebo que los H&M son iguales en todo el mundo.

Como hacía varios días que no me pasaba nada con el coche, al salir del aparcamiento con cuidado de no rozar los coches del al lado, doy para atrás sin mirar y me dejo una luz de freno contra el parachoques trasero reforzado en metal de un puñetero todoterreno americano.

Me cuesta cada vez un poco más tener "Great Expectations".

1 comentario:

Sunrise dijo...

Gracias por invitarme a este lugar. Este tipo de cosas nos pasan a todos, estemos donde estemos. Me has arrancado una sonrisa.
Por cierto, leí "Grat Expectations" y es bastante más triste que tu divertido relato :)
FOREVERMORE.