miércoles, 18 de marzo de 2009

Primavera, psicoanalistas, luces, oscuridades, ventanas y terroristas estúpidos (miércoles 17 de marzo)

    Es martes. Faltan 3 días para el supuesto comienzo oficial de la primavera, pero las estaciones, como tantas otras cosas, no saben de fechas y ya ha llegado. Los días son luminosos, el frío parece haberse escondido, florecen los almendros junto al edificio del piso de mis padres y Argos, mi perro, corre con la boca abierta, formando una especie de sonrisa, olvidando su sordera y sus cataratas.

   En el mediodía del martes, mi psicoanalista parece reprenderme por no encontrar el núcleo sobre el que establecer la terapia, el tapón que hace que me encuentre en este estado de inercia ansiosa desde hace más de tres años o la mascarada de toda una vida. También me pide que no abuse del alprazolam. Lo siento. Lo siento por él. Pero sobre todo por mí. Si lo hubiera encontrado, si supiera encontrarlo, no estaría siendo amablemente reprendido por un psicoanalista. No intentaría evitar la angustia y volver a ser el mismo ser defectuoso de antes con 8 mg de alprazolam.

   Son las 7 de la tarde y cruzo la ciudad en que nací en bicicleta por primera vez en meses. Escucho de una manera levemente peligrosa los productos que Morrissey también usa para liberarse de la angustia mientras esquivo los coches, y sus sonidos forman una extraña circunferencia con los de mi ipod. Al pasar por la Plaza de La Libertad no puedo evitar orientar mi mirada hacia la luz de la ventana de una habitación que descubrió mi oscuridad hace ya más de tres años.

   A las 7 y 45 soy el único espectador en el cine Mantería viendo R.A.F.: Facción del Ejército Rojo. No sé ni sabía mucho del grupo Baader-Meinhof y estoy algo distraído, pero la película, sin parecerme espectacular, resulta creíble. Por desgracia hay mucho narcisista con ínfulas de salvadores e izquierdistas (en la derecha los presupongo). Por desgracia, aquí hoy en Valladolid, este martes, no parece haber mucha gente interesada en ello.

   Cruzo Valladolid de noche en mi bicicleta mientras Morrissey enumera: valium, temazepan, lithium, HRT, ECT. La luz que descubrió mi oscuridad se ha trasladado al salón.