domingo, 6 de julio de 2008

Días de años (sábado 5 de julio, madrugada del 6)

Como un milimétrico y absurdo viaje a hace un año de mi mente, sueño la madrugada del tres.
Como otra pseudorrepetición entrelazada a hace más de dos años, veo Kill Bill en televisión.

Oigo el ruido de las olas en la playa de la Mar Bella. Cuerpos de hombres desnudos, parejas de hombres, apenas mujeres.
Recorro Barcelona en metro y autobús con mi Ipod.
Llamo para anular mi cita de los miércoles, lo único que existe en mi agenda, cuando ya llego de nuevo diez minutos tarde, corriendo y sudando.
No me convence en exceso lo poco que logro leer de "El arte de amar" de Fromm.
Recorro Barcelona en metro y autobús con mi Ipod. Oigo el ruido de las olas.

Por (largos) momentos siento que no avanzo, que no me estoy irguiendo.
Es una pena que Tarantino, además de rodar tan bien, y su gusto con las imágenes y los sonidos, no sea profundo... Pasa más veces de las deseables... Otro recuerdo entrelazado.

Una vez más, un virus se ha apoderado de mi portátil recordándome, para que no olvide, ninguno de mis errores.

La crisis económica, pese a los deseos del Gobierno, es ya innnegable.
Me quedan 200 euros. Si me devuelven lo de hacienda, 800.
En todos los sentidos, yo he sido más rápido.