viernes, 2 de enero de 2009

Recuerdos de un extraterrestre en año nuevo (viernes 2 de enero)

Hay conexiones que dudaste eternas y un millón de cortocircuitos acabaron con ellas en un año y medio que pareció un instante; y amistades que habían crecido durante décadas y finalizaron con un turbio silencio en apenas meses.

Puedes recorrer el mundo durante meses y no moverte de un mismo momento, de un mismo sitio.

Porque también hay sitios que nunca fueron tuyos y dejaron de serlo. Felices actos rutinarios que hoy parecen el recuerdo de premios que por lo vulgar y cotidiano no lo parecían.

El sexo siempre parece mejor visto, narrado o soñado. Aunque también recuerdas momentos de calidez, el olor de pieles, flujos vaginales y esperma.

Hay momentos en que parece que un ser humano usurpó tu cuerpo: habló con seres humanos supuestamente especialistas para comprenderlos y comprenderse, viajó por el mundo en aviones en clase turista, intentó sonreír, creyó en los otros, rió, dio la mano, abrazó caderas, sujetó cinturas, dudó sobre si la felicidad pudiera ser eso, se levantó de una cama compartida y ocupada.

Hasta que te ves de nuevo ajeno a todo y a todos, pero ahora ya con errores en tu programa, no entendiendo qué ha sucedido cuando creíste seguir un manual de comportamiento correcto, honesto, intentando reparar decenas de conexiones chamuscadas con un manual de instrucciones, evidentemente, erróneo y equivocado.