miércoles, 22 de julio de 2009

Julio 2009. El eclipse más largo de un verano infinito sin final (martes 21 de julio, madrugada del miércoles)

eclipse

   El pasado llega hasta el presente. Las letras de lo que escribí forman en líneas como hélices y atraviesan el tiempo hasta esta página.

   Hoy es el eclipse más largo del siglo XXI.

   Desde mi corazón hasta el cielo. La Luna entera pretende mi pecho. Regurgito el Sol que oculta la Luna. Extiendo los brazos y lo entrego.Camino con mis viejas botas de piel vuelta y las vacas muertas mugen mi nombre. Mi galaxia es el Universo. Camino con mis viejas botas de piel vuelta y los potros de ojos cerrados relinchan en mi honor.

   ¿Cuándo comenzó todo? ¿Cuándo se ocultó el Sol en mi pecho? ¿Cuándo comenzó a girar todo? ¿Cuándo comenzó este verano infinito? ¿Por qué pensó que yo lo resistiría?

   Las mareas rodeaban la tierra. La Luna se reflejaba en las olas. El Sol se ocultó en mi pecho.

   Hace tres años un resplandeciente y doloroso verano se había hecho con todos mis sentidos. Se había adueñado de todo el sentido. Hace tres años, una madrugada del 22 de julio, me montaba en un autocar, me subía a un avión en el que no debiera haber subido nunca, comenzaba un viaje sin sentido, comenzaba un viaje que había empezado mucho antes.

   Valladolid, Barcelona, Edimburgo.

   Como un hilo argumental, como la doble hélice del ADN, como las estrellas que forman constelaciones, como un agujero negro.

   Porque al final todo tiene un sentido. Todo tiene un destino. Unos hechos suceden a otros hechos. Los átomos forman los cuerpos. Lo pequeño sostiene a lo grande. Todo gira en orden sin detenerse.

    Tal vez todo empezó con un cromosoma. Las mareas que rodean la tierra. La Luna que se refleja en las olas. Tal vez fue sólo el instinto. El deseo de formar parte de algo. El deseo de no viajar solo. Creer que las palabras son más consistentes que las estrellas fugaces. Sólo eso. Ser humano, ser un ser humano débil, ser un ser humano dolorosamente débil.

   Pero cómo entenderlo, en qué momento comenzó mi parte, por qué el sol pensó que mi cuerpo era un buen lugar para ocultarse, por qué encajan las manos en las caderas, por qué cubren los pechos como si fueran tesoros.    

   Desde hace tres años, desde hace dos años, el sinsentido de todo es su único sentido. O fue mucho antes. Un cromosoma. las mareas que rodean la tierra. La luna que se refleja en las olas. El Sol usando un sacacorchos. La sangre. El Sol dentro de mi cuerpo. 

   Hace dos años, una tarde, una noche de un 21 de julio escribí una última y estúpida carta como quien compra un billete de avión en un aeropuerto desierto. Como un hilo argumental. Como la doble hélice del ADN.

   Valladolid, Waukegan, Chicago, Valladolid, Barcelona.

   No sé cuándo empezó todo. Pero un día el  Sol suplantó a mi corazón y mis costillas ennegrecieron. La debilidad se convirtió en mi única fortaleza. La credulidad se consumió como un envoltorio de plástico en un cenicero. La soledad cegó mis ojos. La norepinefrina se transformó en sangre. Desde entonces sólo existe el verano.

   Valladolid, Hong Kong, Valladolid.

   Pero hoy os lo entrego. Esta madrugada del 22 de julio os lo entrego. Regurgito el Sol que oculta la Luna. Extiendo los brazos y os lo entrego. Como un hilo argumental, como la doble hélice del ADN, como las estrellas que forman constelaciones, como un agujero negro. Hoy os lo entrego.Camino con mis viejas botas de piel vuelta y las vacas muertas mugen mi nombre. Camino con mis viejas botas de piel vuelta y los potros de ojos cerrados relinchan en mi honor.

   Hoy soy consciente, hoy tengo paciencia, hoy quiero continuar lentamente mi viaje. Charlie Cooper me susurra al oído. Botes de pepsi crean órbitas. Hoy quiero que comience a acabarse el verano. Llueven hojas de periódico. El cuerpo de Megan Fox está formado por átomos. Hoy que no sé nada, sin ocupación, sin destino, sin dinero quiero que todo siga girando. Otro tiempo, otras pieles, otras personas. Hoy soy yo y mi pasado y mi futuro y mi tristeza. Sin respuestas. Sin preguntas. El horrible sabor de la Mirtazapina Flas de Stada no es nada. Los átomos de la paroxetina reverberan en mi mente. Los átomos que forman mi cuerpo imperfecto fluyen en la Vía Láctea. Los pollos despedazados cantan canciones de Radiohead en el microondas. Los lenguados buscan en las estanterías cremas hidratantes.  Galletas de avena forman constelaciones. Camino con mis viejas botas de piel vuelta y los perros abandonados caminan a mi lado.

  Y regurgito el Sol que oculta la Luna. Y me froto los ojos. Y extiendo los brazos y mi galaxia es el Universo y os entrego el eclipse más largo del siglo XXI.