lunes, 8 de octubre de 2007

Hundiendo puertas (martes 2 de octubre)

Vuelvo de Waukegan en tren con tres jóvenes americanas que trabajan como profesoras allí. Una es de Colombia, aunque ha vivido toda la vida en Miami hasta el año pasado que vino. Ayer, pese a que les llamé por la mañana, cuando me acerqué a las 8 de la tarde al Pep-Boys comprobé que se habían olvidado de mi coche. Hoy por la mañana me han llamado para decirme que le han cambiado la batería por una mejor. Comentan la posibilidad de cobrarme la grúa, el segundo análisis y la diferencia del precio de la batería. No se lo creen ni locos. La chica colombiana se ofrece a llevarme en coche hasta el taller. Me comenta que ella los primeros meses también lo pasó mal. Que también le daba miedo que le fallara el coche. Tiene un MiniCooper de techo solar de dos años. Exactamente igual que el mío.

Cuando llego al Pep-Boys al menos son inteligentes y, sin necesitar hablar con el manager, no me cobran nada. Me monto sin especial confianza en el coche. Voy hasta el banco para ingresar mi segundo cheque quincenal. Aprovechando el aparcamiento del citibank veo varias tiendas. En Wicker Park hay muchas tiendas de ropa vintage y de segunda mano... También entro en la tienda de "American Apparel", en la de "Urban Outfitters"...Sigo sin disfrutar yendo de tiendas, yendo a ciertas tiendas solo...

Ceno en el Holywood Grill y me dirijo a mi apartamento. Aparco junto a mi calle, pero ya no estoy seguro. Intento aparcar en mi calle, pero no, ahí no se puede. Vuelvo al sitio donde había aparcado al principio. Hay un cartel diciendo que, por limpieza de la calle, no se puede aparcar el 29 de septiembre. Bueno, es 2 de octubre...

Cuando el destino no me está esperando, ahí estoy yo, ahí está mi estúpida cabeza... doy marcha atrás sin mirar mucho y hundo la puerta del todoterreno que está aparcado en la acera de enfrente. No estoy como para papeles y seguros. Aparco y me meto en mi apartamento.

Un día más en Chicago

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