lunes, 8 de octubre de 2007

Fiesta y casero (domingo 7 de octubre)


Había pensado hacerla antes, pero mi estado anímico y las circunstancias no lo facilitaron. Finalmente, el sábado pasado, cuando le decía a mi compañera catalana que tenía una nueva multa y que no podría acercarme al bar donde estaban porque mi coche volvía a no arrancar, decidí que, pasara lo que pasara, este sábado habría fiesta de inauguración en mi casa.

No la organizo mucho, la verdad. Mando un correo-e el miércoles y, de manera no muy hábil, algunos mensajes de móvil el mismo sábado a las siete de la tarde para avisar de una fiesta que sería a partir de las nueve. Pese a todo vienen diecisiete personas, la mayoría españoles (más bien españolas).

Me paso el sábado fregando la cocina, lo suelos, montando algunas mesitas que compré en el Ikea, fui al supermercado a comprar bebidas (algo de vino, cervezas, dos "garrafas" de casi dos litros de Bacardí y Stolisnaya, algo para picar...). Cuando acabé de montarlo todo, y a poco que se observe la foto, me di cuenta de que parecía un cumpleaños infantil.

La fiesta es aceptable. Mis compañeros catalanes llegan tarde porque se pierden viniendo desde Evanston. A la gente le gusta cómo me va quedando mi viejo y pequeño apartamento y que esté en Chicago, incluso les gusta cómo me ha quedado mi salón rojo, el azul celeste, lo que una compañera define como "vintage".

Como hace calor, salimos a la especie de patio/jardín que hay frente a mi edificio. Con copa y media ya me noto un tanto pispaíllo. Sobre la 1 nos vamos a tomar algo a un bar cercano.
La fiesta es aceptable, de las dieciocho personas que somos, sólo somos seis chicos y tres son gays, pero una vez más no logro no dejar de acordarme de otras fiestas que organicé, ayudé a organizar o en las que estuve, con otras personas, en otros lugares, que acababan de otra manera... Y no es una sensación agradable. Esta sensación que lleva durando más de año y medio, más de cuatro meses...

El mundo es muy complejo y muy pequeño. Descubro que una de las compañeras españolas que ha venido de Carpentersville estuvo saliendo con un chico cuya exnovia era profesora de Arte en Ávila. Que uno de los chicos de la pareja de Wicker Park estuvo saliendo, no recuerdo ahora si cinco o siete años, con el actual director del museo de arte contemporáneo más importante de Castilla y León.

La gente tiene que volver a sus suburbios. A las 3 estoy en la cama.

Dedico el día de hoy a actulizar este blog. Hablo con mi familia. Sobre las diez de la noche, llama a la puerta mi casero (había llamado también el sábado mientras me duchaba con la puerta de la calle abierta para que se secara el suelo), me dice que aún no le ha llegado la transferencia de dinero que le hice por internet. Tampoco parece que le haya gustado que haya montado una fiesta (de la que le avisé). Al final quedamos en que miraré lo del banco, pero le comento que tengo que poder invitar a tomar algo a amigos a mi apartamento. Se va más contento. Me dice que vale, pero que no sea hasta muy tarde.

Actualizo casi totalmente este blog. Me acuesto.

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