miércoles, 15 de octubre de 2008

El metro (lunes 13 de octubre)


El metro de Hong Kong es el mejor que he conocido. Decenas de personas se sumergen en sus túneles, suben y bajan sus escaleras mecánicas, acercan sus carteras al lector de la entrada para que lea automáticamente a través de la piel y la distancia su tarjeta Octopus, las acercan de nuevo a la salida para que calcule el trayecto y el precio a cobrar.

El metro de Hong Kong parece el metro del futuro de Chicago. Recorre sus islas y permite hacer gran parte de sus trayectos por apenas 0,4€. Avisa de las estaciones en dos idiomas. Te acaricia la cara con su aire acondicionado.

El metro de Hong Kong pinta los pasillos y túneles de sus estaciones de colores: naranja, morado, verde… cada estación tiene cuatro o cinco salidas que están rodeadas de tiendas infinitas, que van a dar a gigantescos centros comerciales.

El metro de Hong Kong llega cada minuto o dos minutos. Grandes mamparas de cristal protegen sus vías. En el metro de Hong Kong es muy difícil suicidarse.

Miro las caras, ropas, peinados y móviles de decenas de hongkoneses mientras viajo en el metro de Hong Kong.

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