lunes, 10 de septiembre de 2007

Chicago anocheciendo (sábado 1 de septiembre)



Hoy es 1 de septiembre. El tiempo pasa muy despacio. Este verano que deseo que se acabe.

A las seis de la tarde el Loop de Chicago está casi desierto. Parece una ciudad abandonada. Intento encontrar un sitio para comer, ya que aún no he comido. Encuentro un sitio parece que especializado en “steaks”, cando la bici en una papelera y entro. Pido un “t-bone” con costillas. La maldita salsa de barbacoa hace que no pruebe las costillas.

La chica negra del 7-eleven donde intento comprar algo dulce como postre coloca una silla en la puerta giratoria y me indica que en dos minutos vuelve a abrir. El chico negro que espera en la calle me aclara que v a al servicio. Compro un “muffin” de chocolate. El chico está dentro hablando con ella. Parece su novio.

A las siete de la tarde las calles del Loop de Chicago se van, poco a poco, repoblando. El sol se pone tras sus rascacielos. Pienso en hacer algunas fotos pero no encuentro las fuerzas (luego me arrepentiré) para pararme. Es fácil sentirse solo en un atardecer entre los rascacielos de Chicago. Entiendo a Lorca cuando caminó por Nueva York. Es hermoso ver cómo la naturaleza nos ha permitido realizar construcciones tan bellas. Edificios que dibujan el cielo. Termiteros de personas más altos y elaborados. Pero sólo eso. Y sin embargo, resulta hermoso. Y es tal vez más fácil percatarse estando sólo. O apreciarlo en su total levedad. En su totalidad.

Poco a poco se hace de noche. Las luces y las personas invaden la ciudad. Veo un letrero y decido encontrar el Museo de Arte Contemporáneo. Está en Chicago Avenue. Pregunto varias veces. La última indicación me la da un hombre que junto a otro advierte a los transeúntes del peligro que tienen los “jesuitas” y me dan un panfleto muy divertido titulado “The Jesuits: Vatican Assasains”, en el que los jesuitas tienen la culpa de la inquisición (algo de cierto hay en esto), las guerras feudales japonesas, la guerra civil norteamericana, el comunismo (con Stanlin y Castro educados por jesuitas), Bill Clinton… En el MCA hay una exposición sobre arte mejicano. En la entrada hay un coche con su caravana incrustados contra el pavimento. Esto sí que es arte contemporáneo. El presente de este país. América.

Regreso por Chicago Avenue hasta Milwaukee. Un ciclista al que pregunto me dice que le encanta mi bici. Paro en un Wallgreen’s. Compro dos cartones de limonada, pegamento, cuatro botellas de pepsi. Dos paquetes de cincuenta velas. Casi las mismas personas toman copas en los bares y terrazas de Milwaukee.

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