Pero Occidente, sí, y Oriente, también son esto.
Una vez más vuelvo a perderme en mi regreso.
Entro en una pequeña tienda de discos. Venden por el equivalente a 3 euros películas recién estrenadas en España en formato video cd. Extrañas versiones de grupos y cantantes occidentales con sus dos o tres últimos discos por otros 3 o 4 euros. Películas pornográficas orientales con portadas escalofriantes.
No sé bien cómo, vuelvo a estar en “Wan Chai”, junto a “Admiralty”. Las calles están ocupadas por nightclubs y chicas muy jóvenes sentadas a sus puertas. Una mujer de mediana edad me invita a entrar en uno. Hombres occidentales caminan entre ellos y hablan con grandes sonrisas con ellas. Al pasar frente a uno de estos nightclubs escucho a dos personas cantar desafinadamente “My Way”.
Regreso a mi zona en autobús. Una vez allí, a la media hora, vuelvo a preguntar. Dos inspectores de autobús me hacen un pequeño plano después de hablar diez minutos entre ellos en chino.
Ceno leche con Cadbury y cereales con chocolate de Nestlé, hechos en Filipinas, y con el sello halal. Me vuelvo a duchar. Leo un poco de la biografía de Freud. Intento dormir. Pasadas una o dos horas me quedo dormido.
Una vez más vuelvo a perderme en mi regreso.
Entro en una pequeña tienda de discos. Venden por el equivalente a 3 euros películas recién estrenadas en España en formato video cd. Extrañas versiones de grupos y cantantes occidentales con sus dos o tres últimos discos por otros 3 o 4 euros. Películas pornográficas orientales con portadas escalofriantes.
No sé bien cómo, vuelvo a estar en “Wan Chai”, junto a “Admiralty”. Las calles están ocupadas por nightclubs y chicas muy jóvenes sentadas a sus puertas. Una mujer de mediana edad me invita a entrar en uno. Hombres occidentales caminan entre ellos y hablan con grandes sonrisas con ellas. Al pasar frente a uno de estos nightclubs escucho a dos personas cantar desafinadamente “My Way”.
Regreso a mi zona en autobús. Una vez allí, a la media hora, vuelvo a preguntar. Dos inspectores de autobús me hacen un pequeño plano después de hablar diez minutos entre ellos en chino.
Ceno leche con Cadbury y cereales con chocolate de Nestlé, hechos en Filipinas, y con el sello halal. Me vuelvo a duchar. Leo un poco de la biografía de Freud. Intento dormir. Pasadas una o dos horas me quedo dormido.
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