domingo, 7 de diciembre de 2008

My Blueberry Nights (domingo 7 de diciembre)

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   Veo en vídeo cd My Blueberry Nights, de madrugada, con el portátil sobre mi regazo.

   Y me acuerdo de “2046” con quién fui y con quien no fui a verla hace más de tres años. Me acuerdo de “In the Mood for Love”, a quien se la regalé hace dos años y medio y con quien no acabé de verla tumbados en un sofá naranja de un piso de Valladolid.

    Y ya, ya sé que sólo hablo del pasado, que sólo hablo del presente en referencia al pasado. Que parece que sólo vivo el pasado. Los días presentes que se convierten, día a día, en pasado. Desgraciadamente, aún hoy, todavía, es verdad.

   Había visto algunas imágenes, algunas referencias en periódicos sobre su estreno en Cannes y en Días de Cine. Después lo había olvidado. Pensé que se habría estrenado durante mi estancia en Chicago. Descubro que en España se estrena el 12 de diciembre.

   No me atrevo a hablar de su calidad. No creo que sea la mejor película de su director. Pero sus imágenes, pese  a verlas en formato vídeo cd con subtítulos en chino e inglés en un portátil sobre mi regazo, como siempre en Wong Kar Wai, siguen siendo bellísimas. Y está Natalie Portman.

   Y, aunque, no sé si es muy creíble la historia de amor entre los protagonistas siento como propias algunas cosas. Vagar por el mundo tratando de encontrar y olvidar. Los Estados Unidos de bares y carreteras. Devolver llaves (pese a que  yo lo hiciera al principio de fin y su comienzo). Ver una sociedad con unos ojos que han crecido en otro sitio. La soledad.

   Aunque me temo que ellos lo llevan con un poco más de dignidad. La búsqueda de ella no lleva más de un año.

My Blueberry Nights de comprimidos y pepsicola parecen ser más largas. Parecen durar más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy no es un DIA como tantos, hoy hace un año preparaba un viaje hacia sus brazos, la sorpresa de un reencuentro... hoy ni siquiera sé donde escribirle...pero estas tu, perdona mi deseo de comunicar esto que me ahoga, de desnudarme, de quedarme en cueros de palabras de sentimientos... me puede este silencio, y tu... aunque distinto tienes tanto de el, yo quisiera que mis palabras no te provocaran angustias, ya tienes las tuyas, si algo te da rechazo, si te intranquiliza, bórralo, sabré que no debo meterme en este tu "mundo virtual" al que accedí y me quede... no tengo otra manera de no ahogarme con lo que quiero decir y no digo. He escrito estas palabras para él... pero no sé dónde esta, no sabes como duele eso, o quizás si, lo sabes y por eso eres tú el testigo desconocido y mudo de mi pena. Te las mando así de esa manera no se quedaran en mi corazón haciéndome mas herida aun que la que tiene, tómalo como un relato mas, como una de esas historias de películas que ves en tu habitación de 11m.Extrañamente me siento bien contándote todo esto. Quisiera que tu también lo acojas así.

En mi desarropado silencio te hablo, te busco, te encuentro, te dejo señales en el muro de mi casa, sombra perfumada en el camino, para que tu paso vuelva hasta aquí. En las enaguas me bordo tu nombre para que me roce las piernas y se me enciendan los ojos y las mejillas con el aire que me provocas desde abajo, arrebolada... encendida, como una amapola de agosto... oscuro, todo es oscuro y frío desde que no estás, así que tengo que encender con jirones de corazón la hoguera, y me queda ya muy poco para tanto invierno... Todo es noche en el peso de las ausencias, hasta que decido por uno de tus recuerdos y me acurruco fuertemente a él para tejerte nuevamente en pensamientos y compases al ritmo de los relojes de la madrugada o en las interrogaciones de las luces de esa gran avenida que nada entiende de lo que pasa. Llueve, llueve dentro y fuera de mi casa... y me gusta esta lluvia pertinaz y convulsa que me recuerda que hay cielo, y que me limpia de la sal de estas inútiles y tristes lagrimas por algo tan lejano. Con la esperanza desnuda, mutilada, sin tren de regreso, beso tu recuerdo que se acopla perfectamente a mi piel dibujando a ciegas tu mirada desde el cuerpo hasta el alma.
Te veo viento, te veo aire, aurora sobre el cielo inmenso de esta ciudad de ángeles y demonios enjaulados. Te respiro entonces, y me escondo en una de las tantas esquinas de tu tiempo perdido y ajeno a mi vida, para reencontrarte, otra vez, en algún sueño...
Buenas y preciosas noches estés donde estés...

jhgfd dijo...

jaja que problema el andar pensando en el pasado. yo ando igual.
Es la misma historia de Chungking Express, solo modificada. Debes verla.
Saludos!