sábado, 13 de diciembre de 2008

Mentiras y madrugadas de sábado en Hong Kong (madrugada del sábado 13 de diciembre)

Me sigue resultando imposible no pensar en cómo era cuando cenaba con otra persona, incluso con otras personas, cuando las 9 y media era sólo la hora de comienzo. Cuando a la hora en que escribo estas líneas sentía el calor de la piel y de una mente y un corazón que creía cercanos.

Me sigue resultando imposible pensar en que cómo hubiera sido si todo hubiera sido de otra manera. Si la realidad hubiera sido la que parecía, supongo.

Porque sí, es fácil hablar, las palabras pueden ser engañosas. Pero mentir, por mucho que tanta gente piense lo contrario, es dificilísimo. Es fácil intentarlo. Es fácil el acto de mentir, el gesto. Pero la mentira tiene fecha de caducidad. Según su calidad, según la habilidad de quien la ejecuta, puede durar instantes, minutos, horas, días, meses, años. Pero caduca. Siempre caduca. Mentir a los demás. Mentirnos a nosotros mismo.

Y por desgracia, la reciprocidad no es una ley universal. Dar bondad no significa recibir bondad. No mentir no significa que no te mientan. Aunque, tal vez, a veces, sólo a veces, cuando nos mienten nos hemos mentido primero nosotros a nosotros mismos.

Me resulta imposible no pensar en todo esto en esta madrugada, tal vez mi última madrugada de sábado en Hong Kong.

Después de haber visto 28 días después (imperfecta, pero con algunas metáforas e imágenes maravillosas)con subtítulos en chino y el portátil sobre mi regazo en mi habitación de 11 m2.

Después de haber recibido un mensaje de la estudiante de español sólo para decirme hola y comentar que fue agradable chatear hace dos madrugadas.

Después de ver que hay personas que llegan a este blog interesándose por la vida de Sasha Grey.

Después de leer el comentario de alguna antigua visitante.

Antes de tomar dos comprimidos de glutamina, hipérico y dos comprimidos de hierbas para intentar dormir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tal vez alguien me esté soñando
Por eso los gestos
Me salen tan blandos
Indefinidos,
A medio camino
Olvido la ruta,
Grotesco,
Cada segundo que pasa
Mis contornos se esfuman
Los hechos se me vuelven inciertos...
Tal vez aquel que me sueña,
Sobresaltado, de cuando en cuando
Despierta,
Y a la fuerza retoma su propia vida
Verdadera,
Por eso, a veces, me oscurezco
Y pendo como de un hilo de nieve
Que se derrite,
Sin poder saber
Si aquel que me sueña se dormirá alguna vez,
Si alguna vez me será dado que algo
me ocurra.



Que tu vuelta sea de tu interior...que tu regreso sea para "sentirte" de nuevo...que lo que me trajo por "causalidad" a tu vida,sea para algo.Feliz y venturoso viaje de vuelta Capitan.