sábado, 8 de noviembre de 2008

Takako in Causeway Bay (sábado 8 de noviembre)

Después de otra noche que no es noche o no como me gustaría que fueran mis noches, después de buscar y encontrar alguna referencia, alguna foto que no debería haber buscado, que no me hace bien haber encontrado, después de dormirme o algo parecido después de las 8 de la mañana, me levanto sin ganas cuando son las 2 de la tarde.

Veo que han metido una nota bajo mi puerta recordándome que tengo que paga este mes.

Mi típico desayuno de hipérico, vitaminas, paracetamol, leche con cadbury y cereales. Volver a acostarme un poco. Finalmente, aunque no tengo muchas fuerzas ni ganas, decido ducharme para ir a mi cita con la chica japonesa.

A las 6 y 13 he recibido un mensaje de ella diciéndome que ya está. Takako es una chica pequeña y delgada. Habla poco. Lleva bajo el brazo folletos de másters de negocios. Me lleva sin apenas decir palabra a un café en el segundo piso de un edificio cercano a Times Square.

He decidido que debo hablar menos. Porque no tengo muchas ganas. Porque siempre, me temo, he hablado demasiado. Porque siempre pedí muchas explicaciones y di demasiadas. Quiero observar más. Basarme más en los hechos y menos en las palabras. Para desperdiciar palabras ya tengo este blog.

Pese a todo no consigo hablar menos que ella. Me pregunta por lo que hago. Lo que he hecho. Si me gusta Hong Kong. No debo de ser el latin lover que esperaba (nunca lo he sido) ni tener la categoría profesional que deseaba (de hecho, ahora no tengo ninguna).

Takako ha vivido en Canadá, en Malasia. Ha estado en Suecia y Alemania. Lleva ya cuatro años en China. Trabaja en comercio, no entiendo bien exactamente referido a qué, pero su pasión al contármelo no me incita a preguntar.

A las 7 me dice que tiene que irse porque tenía otra cita (antes había mirado el móvil varias veces). Al menos se niega a que pague. Ella pagará lo suyo. Takako saca su cartera Tod’s ocre de su bolso ocre Tod’s.

Se levanta y se va. No lo lamento. No creo que se haya enamorado de mí. Hace tiempo que creo que no puedo enamorarme.

Me quedo acabando mi cocacola. Tengo una llamada de un número que no reconozco en mi móvil.

Ceno en Maxim´s.

En Hong Kong, algunas personas caminan con mascarillas en la cara.

Subo esta entrada.

Me preparo para ir de nuevo al Soho.

No hay comentarios: