martes, 4 de noviembre de 2008

Falsas apariencias (martes 4 de noviembre)

Cualquier persona que me vea andando con los auriculares de mi ipod por las calles de Hong Kong puede pensar que soy un occidental de turismo o descansando del trabajo en un banco o una multinacional.

Cualquiera de las personas que me ve pagando una cena acompañado de una joven negra de Estados Unidos, o de paseo por un mercado en Discovery Bay con una joven y atractiva china, puede pensar que soy un joven occidental sin problemas de recursos disfrutando de mi juventud.

Cualquiera de las mujeres que estoy conociendo, una joven música, una joven coreana de clase media, una joven norteamericana, una inglesa que tal vez aún no se ha dado cuenta de que esto ya no es una colonia, una joven y atractiva china diseñadora de ropa, una hispano norteamericana que se dedica recomendar qué polígono o rascacielos es el más adecuado para su corporación cliente, cualquiera de ellas, cuando me ven hablar con desparpajo, sonreír sin aparente esfuerzo, pensará que soy un joven, aunque ya no tanto, aventurero, un español que vive y disfruta de la vida, que viaja en una placentera experiencia vital.

Ninguna de estas personas, ninguna de estas mujeres pensará, seguramente, que soy un no tan joven desempleado español en una ciudad asiática con menos de 300€ prestados en su cuenta; que hay noches que el insomnio sólo me deja dormir a la llegada del amanecer; que hay veces que hago listas mentales de los motivos para seguir o desistir de instarlo, para permanecer, llanamente, en esta misma existencia; que me siento aún desamparado y desengañado en mis, posiblemente infantiles, ideas y creencias; que vivo atrapado por las imágenes y esperanzas de un pasado ridículo y absurdo que aún no dejan ni a mi cuerpo ni a mi mente disfrutar de la vida. Vivir.

Aunque, tal vez, seguramente, cuando camino soliario por las calles de Hong Kong con mi ipod, como con una joven en un restaurante, hablo con desparpajo o sonrío sin aparente esfuerzo, entonces, tal vez, seguramente, algo vidrioso se atisba en mi mirada.

No hay comentarios: