Cuando regreso a mi apartamento tengo una llamada perdida a mi móvil norteamericano de alguien que no me conoce y un mensaje de mi madre en mi móvil español.
“Intenta descansar y relajarte todo tiene que cambiar te quiero muchisimo no se que haria por ayudarte cuenta conmigo para todo un beso y hasta mañana”
Sé por mi experiencia, y más por la más reciente, que a veces, muchas veces, las palabras no significan nada. No son ciertas. Son sólo engañosas y bonitas formas de expresión. Una forma de conseguir algo. De disimular algo. Pero en este caso, por ser de una madre, por ser de mi madre, sé que son ciertas. Y pese a mi estupidez actual, mis treinta años, me hacen valorarlas en lo que valen.
jueves, 6 de septiembre de 2007
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