En la Clínica Psicoanalítica de Orientación Lacaniana me atiende una supongo psiquiatra, o psicóloga, con acento argentino y yo diría que unos cincuenta años. No es especialmente empática, pero es clara. Me pregunta el porqué estoy ahí y me informa del método del centro. Me dan cita para este mismo miércoles a las 16:15 con un psicoanalista. Será una sesión semanas durante cuatro meses.
Son las 11:40 de la mañana. Después de algunos malos días, comentarios estúpidos y comprobar que la Agencia Española de Cooperación Internacional sigue empeñada en que no viaje a China, el sábado, como absurdo sistema de renacimiento, me rapé el pelo al cero. Pasando junto a los escaparates de las tiendas deseo que me crezca un poco pronto y me doy cuenta de que debería hacer ya ejercicio.
Todas las tiendas de ropa son iguales. En las de marca, los logotipos lucen cada vez más grandes para que nadie dude de lo que has pagado y en qué clase social estás o te gustaría estar. Ése es el problema. Todas las prendas están hechas en los mismos países.
En la Fnac, mientras busco El Arte de Amar de Fromm, suena sin parar música india. Por fortuna controlo mis instintos y no mato a nadie. Me voy con el libro de Fromm y El Viaje del Amor, de Punset.
Casi todos los champúes tienen los mismos ingredientes y pertenecen, pese a sus diferentes marcas, a las mismas corporaciones.
Mientras escribo esto en Flymusic están emitiendo el vídeo Tripping, de Robbie Williams. No hay nadie a quien matar e incluso me lo tomo con filosofia. Pese a seguir recordando las mismas cosas.
martes, 3 de junio de 2008
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