Hace poco más de dos meses mandé a una persona un mensaje triste, un tanto absurdo, un tanto duro tal vez, un tanto desesperado, en el que casi al final decía que el destino nos trataría como pudiera o nos mereciéramos y puede ser que, no sé exactamente por qué, me lo merezca o el destino no sepa, no pueda tratarme mejor. No lo sé. Por supuesto que un destino para un chico de 30 años y clase media, no hay que exagerar. No lo sé.
Y la verdad es que yo no busco, no necesito curtirme, ser más fuerte, sólo quiero ser feliz, un poco más feliz, encontrar lo que, de una manera u otra, de una forma u otra, todos los seres humanos buscamos. Pero parece que, de momento, el destino se ha empeñado, en los últimos dos años, en endurecerme, en entrenarme no sé para qué tarea. O simplemente, los átomos quue forman las cosas, los átomos que forman las personas, las casas, los coches, los teléfonos móviles, los aviones, los establecimeintos de comida rápida, las pieles, los ojos, los cuerpos, los elementos químicos que unen y separan a las personas tiemblan y adoptan formas tensas e incómodas cuando me acerco. No lo sé.
En cualquier caso, aunque resulte incompleto, este es un adelanto de otras tantas "Cosas Modernas" que se te pueden olvidar o levemente complicar, antes, en y durante un viaje (o vida en otro, en un nuevo lugar), en este mundo complejo:
- Puedes comprarte un Geo Prizm del 95 con 160.000 millas que se quede sin batería a los cuatro días y que te lo recarge un amable estadounidense en Wicker Park.
- Puedes olvidarte las llaves dentro de tu Geo Prizm del 95 (unas llaves que no sirven para cerrar la puerta) y que te lo abra un amable policía en Waukegan.
- Puedes comprarte un Geo Prizm del 95 con 160.000 millas que se quede sin batería a los cuatro días de haberla recargado.
- Puedes tener que comprar una nueva batería.
- Puedes olvidarte de nuevo las llaves dentro de tu Geo Prizm del 95 en el Ikea de Schamburg a las 8 de la noche. Puede que allí la policía sólo abra los coches si hay un niño y/o un animal dentro.
- Pudes encontrarte solo las 10 de la noche en un polígono, en un suburbio de Chicago, frente a un Ikea. Puedes tener que ir andando a una BP Petrol Station. Puedes encontrarte allí a un policía bajito y de bigote rojo que te vuelva a aclarar que sólo abren los coches si hay un niño y/o un animal dentro y que a él eso sólo le pasaba de niño y que también les pasa a sus hijos.
- Puedes tener que pagar a una compañía para venga a abrírtelo. Puedes verte con una chica joven y grande y su padre intentando abrir tu coche a las 11 de la noche, en un suburbio de Chicago, frente al Ikea.
- Puedes tener que coger la autopista para regresar a Chicago y llegar a las 12:30 de la noche para levantarte a las 4:50.
- Puedes encontrate con que, a la salida del trabajo, en el aparcamiento de la escuela, tu Geo Prizm del 95 con 160.000 millas no arranque de nuevo. Puedes hablar con el concesionario oficial Mazda donde te lo vendieron (o donde te engañaron) y que te comenten que es sin garantía, pero que mirarán si es algo simple.
- Puedes descubrir que, al día y medio de dolvértelo "arreglado", tu Geo Prizm del 95 y con 160.000 millas, en la estación de trenes de Waukegan, no arranque de nuevo. Puedes subir andando hasta el concesionario y discutir con el "General Manager" y volver de nuevo a la estación.
- Puedes encontrarte dos multas cuando regreses a la estación: una por no tener el ticket y otra por mal estacionamiento.
- Puedes intentar que un taxista indio te lo recargue y que te sugiera recargártelo por un módico precio. Que un chico negro intente ayudarte y que te mande a un simpático trío de mejicanos que "soporta" sus tropas con los que empujas tu Geo Prizm del 95 y 160.000 millas aparcamiento arriba, aparcamiento abajo, hasta que, sin empujarlo, con las pinzas, consiguen recargártelo.
- Puedes volver a Chicago parando en una tienda de comida rápida (dejando el motor, por si acaso, encendido) y echando gasolina (dejando, por si acaso, el motor encendido).
- Puedes estar esperando cinco horas a que lo reparen en una gran cadena de talleres mecánicos y pagar 280$.
- Puedes, al día siguiente, a as 12 de la noche, encontrarte una nueva multa de 50$ por mal estacionamiento (había una pequeña señal tras las ramas del árbol), decidir olvidarte de ella y buscar a la gente con la que has quedado y descubrir que, tu Geo Prizm del 95 y con 160.000 millas, no arranca de nuevo.
- Puedes estar actualizando tu blog mientras esperas a que llegue la grúa para llevarse tu Geo Prizm del 95 y con 160.000 millas de nuevo a la gran cadena de talleres mecánicos a la que has acudido en bici a las 9:45 de la mañana.
- Pueden ser las 11:45 y que la grúa no haya llegado ni llamado y que tu coche siga mal aparcado frente a la pequeña señal escondida.
Y que pese a todo no te parezca lo más importante, y que pese a todo no lo sea y que pese a todo sea parte de tu vida.
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1 comentario:
- Puede que a las 16:34 hora española, alguien lea lo que has escrito y suelte una lágrima. Eso sí, muy pequeñita.
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